
Me inicié laborando en las oficinas de gobierno a los dieciséis años como ayudante del Contador. No sabía nada de contabilidad pero así me inicié y así empecé a aprender. El puesto que se me asignó fue el de “Bodeguero”. Aprendí allí la teneduría de libros que otro día les contaré.
Cuando cumplí 21 años formé una planilla para contender por la dirección sindical y ganamos. Como yo era el Secretario General pues ese fue el primer local que acondicioné como Oficina en donde yo era, vamos a decir, el jefe.
Luego estuve en otra oficina en Jalapa, Ver., pero yo no era el jefe ni acondicioné la oficina. Era el segundo de a bordo y aunque mi jefe delegaba mucho en mí, era su oficina. Fue hasta 1984, al reintegrarme a Atoyac que la Institución me asignó mi primer puesto de jefe administrativo.
El CP. Ugalde me llamó a su Oficina de Delegado Estatal de Inmecafé y me dijo que quería utilizar mis dotes de líder (je je) pero en el ámbito administrativo ya no político-sindical. En ese momento ordenó la creación de una plaza “Jefe de Recursos Materiales y Servicios Generales”. Creada para mí. Le ordenó al de Recursos Humanos (Pillo) que me transfirieran personal y que yo me dedicara a buscar un local dentro de las instalaciones en donde pudiera despachar. Fueron cuarenta trabajadores los que quedaron bajo mi mando y el local que encontré fue una casa habitación que en algún momento del pasado había sido la Oficina Principal. Utilicé el corredor para instalar allí al personal secretarial y el baño lo utilicé como mi despacho. Saqué la tasa, el lavabo, etc. Bueno, quedó bonito.
Desde entonces, como he sido inquieto y he sido protagonista de los avatares que tienen lugar en los sitios donde he trabajado, he tenido que dejar muchas oficinas y acondicionar otras. Unas veces ha sido porque así lo requiere el trabajo y otras veces ha sido porque me he puesto con sansón a las patadas y he tenido que dejarlas contra mi voluntad.
Recuerdo que una vez me fueron a comunicar de sopetón que sacara mis cosas personales porque la oficina la iba a ocupar otro compañero. Todo el personal a mi mando le fue transferido y otros fueron reacomodados en otros departamentos. Todavía me veo echando en una cajita de cartón mis cosas y llevándolas a un sitio donde después las pasara recoger para llevármelas a mi casa (fotos de mis hijos, destapador de refrescos, etc). Cosas así.
Pero esta entrada es para comentar el acondicionamiento de otra oficina.
En la Administración del Licenciado Brito he estado ya en siete oficinas y las he tenido que dejar respetando mi tradición: unas veces por mi gusto y otras por carecer de la sabia virtud de conocer el tiempo.
En los últimos meses se conformó un grupo de trabajadores que yo coordinaba (je je): El Equipo de Cuenta Pública 2008, que es el que aparece en la foto. Sin embargo, esta Administración está llegando a su fin y cuando eso sucede ocurren muchas tomas de instalaciones por parte de grupos sociales que demandan una u otra cosa: casi siempre dinero. Entonces ya no se puede trabajar porque se vive en la zozobra de si lo van a dejar a uno encerrado o si logrará escapar.
Así que nuevamente emigro de este local que me cobijó los últimos meses y me voy con parte del equipo a otro local fuera de las instalaciones. El Equipo se disuelve porque las autoridades tienen que recortar la nómina y así estar en posibilidades de poder pagar el aguinaldo 2008. Algunos de mi equipo causaron baja y otros fueron reubicados.
Nos quedamos cuatro. A ver hasta cuándo y a ver de allí a dónde me voy, a que otro local llegaré a acondicionar como oficina.
Claro, el tiempo ha pasado (y no de balde). Ya no tengo la energía de cuándo acondicioné mi primer oficina a los veintiuno. Pero sigo teniéndome fe. Y tengo grabadas en mi mente las palabras con que me despidió un gerente de la Pepsi hace casi 10 años: “Chava, tu dónde vayas vas a tener éxito porque sabes trabajar, te gusta trabajar y te gusta tu trabajo.” Estoy de acuerdo con él.
POSDATA.- No debí apresurarme. "Mi nueva oficina" no fue mía. Yo la acondicioné pero solo estuve horas. En el equipo de cuatro que había quedado había que restarme. No laboro más allí. Ahora tengo una oficina en la que mi equipo lo compongo yo solo. Sí, el cuervo de Allan Poe vuelve a mí pero ya estoy acostumbrado. Seguiré adelante (junio 6 de 2008).
Cuando cumplí 21 años formé una planilla para contender por la dirección sindical y ganamos. Como yo era el Secretario General pues ese fue el primer local que acondicioné como Oficina en donde yo era, vamos a decir, el jefe.
Luego estuve en otra oficina en Jalapa, Ver., pero yo no era el jefe ni acondicioné la oficina. Era el segundo de a bordo y aunque mi jefe delegaba mucho en mí, era su oficina. Fue hasta 1984, al reintegrarme a Atoyac que la Institución me asignó mi primer puesto de jefe administrativo.
El CP. Ugalde me llamó a su Oficina de Delegado Estatal de Inmecafé y me dijo que quería utilizar mis dotes de líder (je je) pero en el ámbito administrativo ya no político-sindical. En ese momento ordenó la creación de una plaza “Jefe de Recursos Materiales y Servicios Generales”. Creada para mí. Le ordenó al de Recursos Humanos (Pillo) que me transfirieran personal y que yo me dedicara a buscar un local dentro de las instalaciones en donde pudiera despachar. Fueron cuarenta trabajadores los que quedaron bajo mi mando y el local que encontré fue una casa habitación que en algún momento del pasado había sido la Oficina Principal. Utilicé el corredor para instalar allí al personal secretarial y el baño lo utilicé como mi despacho. Saqué la tasa, el lavabo, etc. Bueno, quedó bonito.
Desde entonces, como he sido inquieto y he sido protagonista de los avatares que tienen lugar en los sitios donde he trabajado, he tenido que dejar muchas oficinas y acondicionar otras. Unas veces ha sido porque así lo requiere el trabajo y otras veces ha sido porque me he puesto con sansón a las patadas y he tenido que dejarlas contra mi voluntad.
Recuerdo que una vez me fueron a comunicar de sopetón que sacara mis cosas personales porque la oficina la iba a ocupar otro compañero. Todo el personal a mi mando le fue transferido y otros fueron reacomodados en otros departamentos. Todavía me veo echando en una cajita de cartón mis cosas y llevándolas a un sitio donde después las pasara recoger para llevármelas a mi casa (fotos de mis hijos, destapador de refrescos, etc). Cosas así.
Pero esta entrada es para comentar el acondicionamiento de otra oficina.
En la Administración del Licenciado Brito he estado ya en siete oficinas y las he tenido que dejar respetando mi tradición: unas veces por mi gusto y otras por carecer de la sabia virtud de conocer el tiempo.
En los últimos meses se conformó un grupo de trabajadores que yo coordinaba (je je): El Equipo de Cuenta Pública 2008, que es el que aparece en la foto. Sin embargo, esta Administración está llegando a su fin y cuando eso sucede ocurren muchas tomas de instalaciones por parte de grupos sociales que demandan una u otra cosa: casi siempre dinero. Entonces ya no se puede trabajar porque se vive en la zozobra de si lo van a dejar a uno encerrado o si logrará escapar.
Así que nuevamente emigro de este local que me cobijó los últimos meses y me voy con parte del equipo a otro local fuera de las instalaciones. El Equipo se disuelve porque las autoridades tienen que recortar la nómina y así estar en posibilidades de poder pagar el aguinaldo 2008. Algunos de mi equipo causaron baja y otros fueron reubicados.
Nos quedamos cuatro. A ver hasta cuándo y a ver de allí a dónde me voy, a que otro local llegaré a acondicionar como oficina.
Claro, el tiempo ha pasado (y no de balde). Ya no tengo la energía de cuándo acondicioné mi primer oficina a los veintiuno. Pero sigo teniéndome fe. Y tengo grabadas en mi mente las palabras con que me despidió un gerente de la Pepsi hace casi 10 años: “Chava, tu dónde vayas vas a tener éxito porque sabes trabajar, te gusta trabajar y te gusta tu trabajo.” Estoy de acuerdo con él.
POSDATA.- No debí apresurarme. "Mi nueva oficina" no fue mía. Yo la acondicioné pero solo estuve horas. En el equipo de cuatro que había quedado había que restarme. No laboro más allí. Ahora tengo una oficina en la que mi equipo lo compongo yo solo. Sí, el cuervo de Allan Poe vuelve a mí pero ya estoy acostumbrado. Seguiré adelante (junio 6 de 2008).
3 comentarios:
WELL DONE
TENGO UN PAPÁ EXITOSO
Ok maestro, hay te va:
Si hay alguien escéptico en éste mundo hacerca de los resultados de negocios por la internet, soy yo, hasta que encontré un sitio que me dió resultado y solo trabajo 1 o 2 horas diarias, sin dejar todavía mi trabajo actual!, solo tengo 15 días en ésto y ya gané $700.00 USD.
SINCERAMENTE!, ve aquí"
http://www.freedom.ws/cavervi
sé que pronto escucharé de ti mi amigo!
Orlando
Holaaaaaa
No ya no esta solo ya regresamos, lo malo es que despues de tantos que eramos ahora soloque damos dos, que malo no.
Pero bueno ya ni llorar es malo.
Chao
(\_/)
(-.-)
c(")(")
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